En ocasiones como padres de familia no nos percatamos de algunos malos hábitos que van adquiriendo los hijos, como por ejemplo Chuparse el Dedo.
Este mal hábito muchas veces lo adquieren desde muy temprana edad e inclusive en el vientre de la madre; los padres lo pasan por alto debido a que piensan que por sí solos lo dejaran, no obstante hay personas adultas que jamás lograron quitarse ese mal hábito, lo cual repercute en la dentadura ya sea provocando una mordida abierta anterior o una protrusión de los dientes superoanteriores.
Esto no es en lo único en lo que repercute pues tanto en dicción como en funcionamiento los dientes no cumplen con su labor correcta.
Algunos pediatras y psicólogos aluden que el quitar este hábito no es un problema pues el pequeño lo adquirió para tener cierta seguridad o confort y lo dejará en el momento en que él lo desee.
Si pudiéramos observar todas las deformaciones que se presentan en boca se tendría más conciencia sobre este mal hábito, que lejos de hacerle un bien a la larga tendrá serias consecuencias.
El paladar se torna en forma de V y con una profundidad muy severa por lo que el desarrollo del paladar no se llevará a cabo como un arco normal.
Los dientes se van hacia adelante y esto hace que la deglución de alimentos no se lleve de una forma adecuada pues la lengua tendrá que hacer la función de selle para poder deglutir alimentos y líquidos lo cual hará aún más marcada la mordida abierta anterior pues la lengua ocupara ese espacio y los dientes no podrán tener contacto entre sí.
Otro problema que se puede observar es la mala dicción y en este tipo de pacientes se presentan las dislalias que es la dificultad de pronunciar las siguientes letras t, d y l; por lo que tendrán que hacer ejercicios de dicción llevándolo con un especialista un Fonoaudiológo.
Son diversos los problemas que trae el chuparse el dedo por lo que es mejor retirar este mal hábito a temprana edad para no tener tantas repercusiones. Tal vez un reemplazo para evitar la succión del dedo es darle un chupón al bebé y este será mucho más fácil quitarlo que la succión del dedo.
En la actualidad existen unas férulas que se colocan en los dedos lo cual ayudara a que el niño no pueda introducir el dedo a la boca .
Algunos aparatos de ortodoncia pueden ser colocados para evitar la succión del dedo o el colocar la lengua entre los dientes, lo que ayudará a que la lengua se posicione en el lugar correcto y que el dedo o los dedos no puedan ser succionados.
Recordemos que prevenir es mejor que corregir, así que hagamos conciencia de no fomentar los malos hábitos en los pequeñines para evitar lagos tratamientos dolorosos.
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