Nuestro recorrido en esta ocasión inicia deteniéndonos en el busto de quien coloco el primer árbol de este proyecto que lleva ya más de un siglo con nosotros; El Ing. Miguel Ángel de Quevedo, quien fuera el Secretario de Agricultura de la Ciudad de México en varias ocasiones y en varios de los gobiernos que abarco su vida laboral, se ganó el nombre de “El apóstol del árbol” pues en una de sus gestiones logró incrementar en tan solo 10 años las áreas verdes planeadas de la ciudad un 800%.
Busto del Ing. Miguel Ángel de Quevedo en el Acceso 1 de los Viveros de Coyoacán
Pero fue en 1901 que Quevedo donó a la ciudad una de sus hectáreas en Panzacola con la intención de volverlo un vivero, tras varias visitas de figuras públicas logro que el entonces Presidente Porfirio Díaz visitara el proyecto, quien al quedar maravillado con el avance y la intención que se buscaba decidió que la hectárea recibiera apoyo directo del gobierno, convirtiéndolo así en el primer vivero forestal mexicano. Sin embargo Los viveros de Coyoacán no alcanzaron la superficie que hoy conocemos sino hasta 1934, y abrió sus puertas al público hasta 1938 inaugurado por el presidente Lázaro Cárdenas, quien lo nombró Parque “El
Histórico Coyoacán”.
Miguel Ángel de Quevedo no solo logró un proyecto de 39 hectáreas, sino que tuvo la audacia de lograr un proyecto de esta magnitud a pesar de los cambios violentos que se dieron en el país desde los últimos años del gobierno de Porfirio Díaz, La Revolución y hasta Lázaro Cárdenas. Los Viveros son un ejemplo digno de un trabajo sucesivo de varios gobiernos, algo que hoy en día no se acostumbra hacer en el país.
¿Cómo llegar?
Los viveros cuentan con una estación de metro con la cual comparten su nombre, sin embargo esta carece de elementos primordiales de accesibilidad para personas con discapacidad motriz; siendo la implementación de salva escaleras la solución más viable; como ventaja, para personas de la tercera edad cuentan con escaleras eléctricas tanto para subir y bajar el tramo más largo del recorrido vertical.
La opción más viable es llegar en coche por las puertas en Av. México (Acceso 3) y en Melchor Ocampo (Acceso 4) que son accesibles.
¿Cómo los recorro?
Los cinco accesos de los viveros llevan directamente al circuito perimetral de atletismo, una pista de un poco mas de 2km, ideal para quienes disfrutan de correr, trotar o caminatas de grandes distancias, a lo largo de toda la pista están distribuidos los servicios del parque, como los sanitarios, vigilancia, orientación; y debidamente indicadas a lo largo de todo el recorrido se encuentran las calles o senderos internos de los viveros.
Imagen en alta resolución
La superficie de la pista y los senderos es tierra compactada, lo cual puede dificultar la circulación de algunos tipos de sillas de ruedas, sin embargo es cotidiano ver a personas en sillas de ruedas que lo visitan y familias que vienen con carriolas a pasear o correr con ellas.
¿Qué hay de interés?
La popularidad de los viveros de Coyoacán hoy en día se debe a su excelente pista de trote, donde es común encontrar a personas de la tercera edad en caminatas para mantener una vida saludable, ya que a pesar de que la tierra compactada puede dificultar la circulación de algunos tipos de silla de ruedas, por sus características amortigua el impacto del peso en los tobillos de la persona lo que la hace una alternativa bastante ideal, saludable y efectiva para personas de edad avanzada, sobrepeso y obesidad; considerando la infinidad de pistas de concreto y/o adoquín que existen en la ciudad que pueden causar molestias en los tobillos de
muchas personas tras su uso; todo esto rodeado por el paisaje de los viveros, varias cuadras de plantación y cuidado de plantas.
Vista de un tramo de la pista, se pueden apreciar uno de los señalamientos de distancia recorrida, la calidad del suelo y el filtrado de la luz solar entre el follaje.
Y es el paisaje otra característica que sirve de excusa para que excursiones escolares visiten los viveros y pasen un día recreativo en contacto con la naturaleza y aprendan un poco sobre las actividades que se realizan en los viveros. Esta característica no pasa desapercibida en un ámbito más intimo y muchas familias aprovechan uno de sus días para recorrer los senderos
del parque y conocer la naturaleza.
Otra característica pensada para las personas de la tercera edad, mujeres embarazadas y personas que requieran de descansos cada cierto tramo, son las bancas de descanso distribuidas en el circuito de atletismo y en los senderos.
Una de las bancas de descanso en el circuito de atletismo, en la esquina izquierda inferior se puede apreciar el paso a través del puente encima de los canales de riego.
En los senderos se encuentran distribuidas esculturas tanto de piedra y de madera, además en las cuadras que se forman entre estos senderos es común que se desarrollen actividades físicas en grupo, como artes marciales y yoga.
Así mismo, se cuenta con sanitarios accesibles a lado de la puerta por Av. México (Acceso 3)
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Ciertamente desde un enfoque estricto accesible en los viveros aun hay mucho por hacer, sin embargo, el parque se desarrolla todo en un nivel y tiene la capacidad de aislar, a quienes lo visitan, de el ritmo acelerado de la ciudad; los senderos están llenos de sensaciones y olor a tierra mojada y bosque mientras la luz del sol se filtra amenamente entre el follaje de los primeros árboles plantados en el lugar que tras casi un siglo hoy alcanzan una altura considerable. Y su mayor grandeza es el uso de sus espacios para lograr el equilibrio físico de las personas sin importar su condición, edad, sexo, y pasando por alto muchas discapacidades, los viveros de Coyoacán se ha vuelto un sitio lleno de personas que están dedicándose un momento de su día para estar en equilibrio con ellos mismos.
Altar a la salud en uno de los senderos de los Viveros de Coyoacán
En su placa se lee:
“A los que amamos la naturaleza y el ejercicio.
Damos gracias al Señor por permitirnos disfrutar de un nuevo día.
Ya que en nosotros consiste encontrar nuestra salud y armonía.
Corredores 1993.”
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